Tenemos un dicho en las noticias: “Si sangra, conduce”.
Acabo de tener esta discusión con un amigo. Se quejaba de la falta de noticias positivas. Le dije esto:
Primero, las organizaciones de noticias son un negocio. Confían en sus anunciantes para ganar dinero y la forma en que esto sucede es a través de las calificaciones. Cuanto más altas son las calificaciones, más anunciantes, más dinero. Las noticias positivas, aunque agradables, no generan muchos ingresos. Esto no es porque seamos malos o nos guste la violencia, sino porque somos humanos. Nos interesa, por morboso que sea, la violencia y los eventos negativos.
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Por ejemplo, cuando ve un automóvil al costado de la carretera, disminuye la velocidad para ver qué sucede. Probablemente demoraría más si hay una ambulancia, vidrios rotos, personas heridas, un incendio y mucha acción. Si notó que un automóvil al costado de la carretera era solo alguien que cambiaba una llanta, no tan interesante, se mueve rápidamente. Es lo mismo para las noticias. Cuanto más tiempo mire y permanezca “sintonizado”, es más probable que vea los productos de los anunciantes en los comerciales, es más probable que los compre. Para los medios impresos y en línea, es el mismo principio: cuanto más leas, más páginas pasas / bajas, más anuncios estás expuesto.
Segundo, ¿realmente quieres saber cuántos cachorros nacieron hoy, quién cumplió años y qué niños están libres de caries? No. Quieres saber qué está pasando en el mundo, por eso lees y ves las noticias. Los bombardeos del maratón de Boston son un buen ejemplo. Probablemente no conoces personalmente a nadie que haya muerto, herido o incluso en la maratón, pero te afectó. ¿Por qué? Porque eres humano y te relacionas con sentimientos de confusión y miedo. Te preocupabas por las personas heridas, querías saber su pronóstico y cómo se lastimaron.
Viste la emocionante búsqueda de los atacantes. ¿Donde estaban ellos? ¿Quién haría algo como esto? ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Cuándo serían atrapados? ¿Por qué lo hicieron?
Y esa es la razón, más allá de todas las otras razones, para que los medios informen y, a veces, incluso sensacionalicen historias negativas. Es la pregunta que hacemos cada vez. ¿POR QUÉ?
Tenemos un deseo innato, como seres humanos, de querer saber por qué las personas hacen las cosas que hacen y por qué suceden cosas terribles, generalmente a las personas buenas. Es este deseo el que impulsa a los medios de comunicación a publicar y transmitir negatividad.
En noticias de difusión, tenemos un formato. Siempre terminamos una transmisión con una historia positiva, con una nota feliz. Se llama “pelusa” o “parachoques”. ¿Por qué? Porque si dejamos que se sienta satisfecho y bien con el mundo en el que vive, volverá mañana cuando haya cosas más terribles y negativas que contarle.