Creo que es representativo de quizás la amenaza más importante para la sociedad civil estadounidense que no debe pasarse por alto o subestimarse (especialmente en este clima actual, ya que nuestra indignación ha comenzado a fatigarse). es decir. El proceso por el cual se están deslegitimando los medios creíbles de obtener información. El periodismo, tal como lo conocemos, parece estar llegando a un punto crítico.
Para mí, es lo peor de la campaña electoral más reciente y de lo que anticipamos para el próximo mandato del futuro presidente.
El comentario en cuestión se hizo claramente en respuesta a los muy recientes informes públicos publicados por Buzzfeed y CNN ayer. Mi sospecha es que, en última instancia, la decisión de estos dos medios y la respuesta colectiva a la misma harán más daño que bien.
- ¿Trump es un aspirante a dictador, solo se pregunta en voz alta, con él exigiendo lealtad y tratando de suprimir los principales medios de comunicación como noticias falsas?
- ¿Crees que es culpa de Facebook que la gente no investigue información por sí misma y piense que las noticias falsas son reales?
- ¿Crees que hay muchas noticias falsas y desinformación que se comparten en WhatsApp?
- ¿Es ilegal obstruir una investigación de noticias falsas?
- ¿Podemos finalmente estar de acuerdo sobre qué son las noticias falsas?
El lanzamiento, como se mencionó (es cierto, para crédito de Buzzfeed), de hecho, no está verificado. Además, es casi imposible de verificar sin la ayuda de agencias de inteligencia internacionales. La mayoría de los medios de comunicación han admitido que tenían esta información, pero TODOS habían ejercido su integridad periodística y decidieron no imprimir una historia sin fundamento. Esto es lo que ha impedido que esta aparente ‘primicia’ sea lanzada por cualquier agencia de medios durante el último año. Sin embargo, parece que Buzzfeed no tiene este mismo grado de integridad y lo ha lanzado en nombre de “dejar que el pueblo estadounidense decida”. Al hacerlo, tendrían que reclamar el crédito y el centro de atención del episodio posterior de haber “informado” al público. Esto está mal.
Por un lado, este es precisamente el mismo tipo de pensamiento que hemos estado tratando de combatir cuando nos enfrentamos a los teóricos de la conspiración y los peores elementos de la multitud de Trump. Las insinuaciones y las acusaciones sin fundamento no califican como información. Nuestras instituciones tienen que poder estar por encima de eso, siempre.
En última instancia, el fracaso de estos medios para mantener sus filas y mantener la moderación periodística de esta manera es peligroso porque alimenta las miserables y cínicas mentiras sobre los medios que han sido propagadas por Trump y su clase, -es decir, esa práctica periodística debe ser desconfiada.
Lo que se necesita en el clima actual de desinformación es precisamente la credibilidad, el escrúpulo y la moderación que los medios de comunicación afirman mantener. Sin esto, no tenemos un punto de apoyo con el cual incluso luchar y responsabilizar a este tipo.