¿Por qué la falsa equivalencia es una fuerza tan dominante en los principales medios de comunicación estadounidenses?

Daría la vuelta a la pregunta y preguntaría cómo se establece un caso de equivalencia falsa. ¿Es porque cree que la posición de otro es menos digna que la suya o ha establecido esto mediante una cuidadosa evaluación sistemática?

En general, cuando me encuentro acusado de sesgo en mi informe, surge de la creencia del lector de que debería adoptar su posición como evidentemente verdadera sin una evaluación crítica. O debería considerar las opiniones de un oponente como evidentemente falsas sin una evaluación crítica.

En mi caso, soy periodista con experiencia en filosofía, por lo que soy doblemente cauteloso ante cualquier reclamo expresado como evidente. En otras palabras, tan obviamente cierto que no requiere prueba.

No acepto ninguna posición tan evidente y me esfuerzo por evaluar todas las posiciones tan a fondo como sea posible, antes de descartarlas.

Realmente, deberías preguntarle tanto a tu periodista. Por ejemplo, siempre he creído que la Propuesta 8 fue aprobada, en parte porque los opositores al proyecto de ley desestimaron la intensidad de la convicción religiosa. Al hablar con los organizadores de la campaña en California, esto fue en parte el resultado del aislamiento consciente de las posiciones que se oponían a las suyas.

En otras palabras, muchos decidieron no estar informados y su decisión casi les costó mucho.

En mi opinión, en realidad hay demasiadas publicaciones que atienden a quienes ansían la confirmación de sus propias creencias. A saber, The National Review, The New Republic, Mother Jones, The Weekly Standard, ect.