¿El ‘consentimiento de fabricación’ de los medios corporativos sobre la negación del cambio climático?

Se trata menos del consentimiento que de la duda. Las empresas de relaciones públicas que apoyan el negacionismo son las mismas personas que enturbiaron el agua sobre el peligro del tabaco y el humo de segunda mano. Sus clientes corporativos necesitaban crear confusión, no convencer a nadie de que quemar tabaco era inofensivo. Y funcionó: mantuvo los cigarrillos como legales y evitó las iniciativas de salud pública para dificultar que las personas fumen en el interior.

En el caso de la negación de AGW, la creación de dudas es un objetivo en la medida en que una vez que crea dudas, es imposible llevar a cabo cualquiera de los pasos dolorosos y costosos para prevenir la sexta extinción masiva, que ya está en marcha. Mis amigos que creen que hemos pasado el punto de inflexión están discutiendo qué evento tendría que suceder para forzar la negación del cambio climático al mismo estado que la creencia en una tierra plana. ¿Se derretirá el hielo del verano en el Ártico (ya en marcha)? ¿Hasta 90 días? ¿tomará una explosión masiva de metano submarino que aumente la temperatura promedio de la tierra en 1–2 C en cuestión de semanas? Cuando Hábitat lo incluye. Hay todo tipo de escenarios que aportarán la evidencia definitiva sobre nuestra situación, pero para entonces ya habremos pasado el punto de no retorno.

En cuanto a los medios corporativos, ¿por qué reportarías la historia de AGW honestamente? Si le está diciendo a la gente que necesitan renunciar a los automóviles, apagar el aire acondicionado en los días calurosos y dejar de comer carne y alimentos procesados, ¿quién va a anunciar? Mientras la gente no crea que AGW es un evento de nivel de extinción, Ford y Toyota y Exxon aún pueden comercializar sus productos.