¿Por qué nos encanta escuchar música cuando sintonizamos la radio o la televisión pero no escuchamos la misma canción que está en nuestra lista de reproducción?

Puedo darte un ejemplo, tal vez sea correcto, tal vez no.

Solía ​​pensar que cuando tendré una computadora con una buena configuración, comenzaré a hacer música, ya que las DAW requieren más memoria RAM y una buena tarjeta de sonido, pero ahora cuando tengo acceso a buenos sistemas, creo que puedo hacerlo cuando quiera (lo sé es malo pero aun así). Y luego, un día, navegando al azar en Internet, encontraré a un tipo que hizo una banda sonora increíble con el Software que me es familiar. Comenzaré a preguntarme qué sucedió, Tiesto, y ahora qué es lo que te impide hacerlo. Tiesto dentro de mí no responde.

Cuando poseemos algo que solíamos pensar que usaremos con más frecuencia si lo tuviéramos para nosotros, la curiosidad muere.

En este caso, sabemos que está allí en nuestra lista de reproducción. Podemos escucharlo en cualquier momento, pero irónicamente no lo hacemos. Y cuando se trata de otra fuente, nos damos cuenta de lo importante que fue esa canción para nosotros.